miércoles, 18 de mayo de 2011

Crónica de lucha en Pico Truncado

 La conciencia de lucha, la convicción de estar en un reclamo justo, la masividad del paro, la participación activa en asambleas y congresos  no surgieron en Pico Truncado de un día para otro. Fue un trabajo de militancia que contó con el accionar de dirigentes activos y con el condimento de las acciones de intimidación del gobierno provincial.
En Pico Truncado, tercera localidad de la provincia en cuanto a cantidad de habitantes, unos 24 mil según el último censo, la lucha en el 2010 por la ley de previsión no había contado con una adhesión mayoritaria. Sabíamos que venÃíamos de una derrota, la aprobación de la ley, la aplicación con el consiguiente descuento del 2 % más en los haberes, el descuento de los días caídos y la sensación amarga de que iba a ser difícil remontar la lucha por nuestros salarios, que se anunciaba en el 2011.
La militancia escuela por escuela fue significativa, la publicación de la canasta familiar en la localidad, calculada en base a una matriz común en todas las filiales de la provincia, arrojó $ 10.700 pesos mensuales para una familia tipo. No hubo mucho más que agregar como argumento, el 50 % de aumento era masivamente aceptado como cifra lógica para que los salarios no sigan depreciándose.
En el primer apriete desde el Consejo de Educación, se intimaba a los docentes que hubieran titularizado la semana anterior a presentarse en el colegio y no adherir a la medida- porque si no, no se hacía efectiva la toma del cargo y sufrirían la pena de no poder titularizar nuevamente por dos años. Fue sorteado por la estrategia gremial de firmar la aceptación del cargo y luego adherirse a la medida.
El trabajo en el fondo de huelga fue definitorio para adherir a más afiliados a las medidas. Agrupados por escuelas, se los incentivó  a organizar sus propias actividades solidarias que los llevaran a construir un fondo de protección frente a futuros descuentos. Los docentes comenzaron a confiar en sus propias fuerzas, la estrategia de aprovechar su fuerza de trabajo para defender su derecho a huelga se generalizó y las actividades se multiplicaron día a dí­a. La participación en las asambleas crecía proporcionalmente.
Con la agresión a los docentes en 28 de noviembre no se podía seguir pensando en los descuentos de dinero cuando había docentes que le habían puesto el cuerpo involuntariamente a una patota que portando banderas de la UOCRA vio interrumpido el paso cuando acompañaba la comitiva del gobernador.
Ya nadie permaneció indiferente. La asistencia a los espacios de debate fue multitudinaria, se instaló la única carpa docente de zona norte en la plaza central del pueblo, frente al municipio, se establecieron los turnos y se organizaron los espacios. La carpa fue una manera de dar la cara, de hacerse visibles, de exigir en los que pasaban por allá otra mirada, los docentes comenzaron a meterse en la cotidianeidad de los habitantes de la ciudad.
A un mes de la instalación de la carpa, con una medida de acción directa en la entrada de los yacimientos, con cerca de 50 docentes imputados en causas que criminalizan la protesta social, sin ninguna señal de juicio y castigo a quienes agredieron a los docentes de la cuenca carboní­fera, los afiliados reunidos en asamblea rechazaron tres veces la misma conciliación obligatoria, cuestionando los considerandos de este escrito que recortaba el conflicto a partir del 13 de abril, para no reconocer días caí­dos con anterioridad.
El 9 de mayo se conocióel acuerdo 078/11 y dos días después su decreto de ratificación Nº 837 por los que se autoriza a reemplazar con suplentes los cargos de los docentes en paro. Este instrumento tiene las características de los peores documentos públicos de una dictadura, en un país que tiene un gobierno nacional que se jacta de defenderlos más que ningún otro. A partir de ahí los directivos que no estaban aú  de paro decidieron repudiarlos por anticonstitucionales y rechazar su implementación. Un 80 % de acatamiento se impuso a partir de esa comunicación.
Directivos adheridos, aumento en la participación y la adhesión, más discusión y análisis en cada espacio en que se encuentren dos o más docentes, una creciente efervescencia en el movimiento estudiantil que junta firmas, marcha por las calles y toma escuelas en reclamo de la educación es el producto combinado de la acción continuada sin respuestas satisfechas.
  La conciencia de estar insertados en un sistema de opresión que rodea e intenta anular cualquier manifestación o reclamo, lejos de disolver los espí­ritus combativos, los consolida, los abroquela y les imprime una fuerza de resistencia que asombra hasta a los más experimentados analistas polí­ticos. En el día de la victoria no se miden solamente porcentajes, no se miden aumentos en el sueldo, los logros estarán en el crecimiento como fuerza, en la conciencia de clase que quedará muy adentro y en la seguridad de que los trabajadores unidos podemos dar vuelta las injusticias.
 
Daniela Perez
Pico Truncado

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